jueves, 4 de diciembre de 2014

MI PRIMER EMBARAZO

  Hoy mi niña cumple 15 meses y si las cuentas no me fallan, hoy hace 2 años que me quedé embarazada.


  En cuanto entras en el mundo de las preñadas te cambia la concepción de la vida. Ya no vives en días o meses sino en semanas:  las de la cuenta atrás hasta llegar a 40 (o 41 en mi caso).

  Como estamos de celebración voy a recordar esos 9 meses y medio.



5 semanas: Mis reglas siempre han sido de 33-34 días, así que espero al día 35 para hacerme el test a las 7 de la mañana (soy muy ansiosa y no puedo dormir) y voila! Las dos rayitas! Estoy embarazada! Lloro, despierto a mi marido para contárselo y vamos a comprar otro test de embarazo para confirmarlo. Ahora seguro, estamos embarazados. Me encuentro fenomenal!



El predictor, nuestra manera de anunciarlo.

8 semanas: Cita con mi ginecólogo. Primera ecografía del garbancito que llevo dentro. Ilusión por verlo aunque sea muy feo y me tengan que explicar qué es cada cosa. Pero hay algo allí dentro y eso ya te quita miedos. Me empieza a dar asco la pasta de dientes. Aún así apechugo y me los limpio igual.
Desde las 8 hasta las 16 semanas descubro que la comida con exceso de aceite (es decir frita) y el chocolate (!) me hacen vomitar toda la comida. Pierdo 7 kg hasta que consigo adivinar qué me causa tanto vómito y paso el resto del embarazo controlando qué como. Náuseas y mal sabor de boca.

8 semanas





12 semanas: Ecografía obligatoria donde miran el pliegue nucal y que el bebé vaya progresando. Es divertidísimo ver a Sofía dar botes y dejarse resbalar, se lo estaba pasando pipa. Por fin podemos verla con forma humana. Todo está correcto, aunque la ginecóloga es un poco brusca y me deja el bajo vientre dolorido un par de días al apretar con el ecógrafo. Aún no podemos saber el sexo. Ya empiezo a tener algo de barriga.


Mi nena pasándoselo teta con 12 semanas.

18 semanas: Soy muy ansiosa y no quiero esperar a las 20 semanas para saber el sexo del bebé. Nos vamos de viaje a Barcelona y quiero poder comprarle ropita. 

Diagnóstico de la ginecóloga: Aquí no hay testículos y se observan 3 rayas, es una niña! No me lo puedo creer! Pensaba que era un niño y llevaba 3 meses con la familia diciéndome que sería un niño y se llamaría Bruno como el padre. Un descanso en este tema y una alegría por tener a mi princesa!


20 semanas: El 12 de abril, conduciendo de camino al aeropuerto para ir a buscar a mi marido, noto la primera patada. Es una pasada! Se me saltan las lágrimas y todo al sentirla por primera vez.

Mi barriga crece por días y ya parece que esté de 7 meses. Eso sí, soy toda barriga. Me molestan los comentarios sobre el tamaño de mi panza. Sigo pesando 5 kg menos que cuando empezó todo esto pero parece que lleve gemelos.


22 semanas: Revisión exhaustiva de todos los órganos del bebé. Se te para un poco el corazón en cada pausa del médico antes de decirte que está correcto. La nena está estupenda y nos confirman que es una niña (porque no se ven testículos). El ginecólogo es un borde que se mete con mi peso, pese a haber perdido 5 kg. El sobrepeso se pierde antes, no durante el embarazo, leches! 

Me troncho con Bruno y su "parrilla costal". Es muy tonto, pero me recuerda a una barbacoa de costillas.

(PD: al ginecólogo tocapelotas decirle que al final de mi embarazo sólo cogí 4 kg, los que pesó mi hija, y que dos semanas después de haber parido pesaba 10 kg menos que antes de quedarme embarazada...Chúpate esa!)


Mi nena con 22 semanas


27 semanas: Ecografía 3D. Aquí se ve fatal. Sofía está pegada a la placenta y tiene poco líquido por lo que no se ve muy bien. No tiene nada que ver con los super vídeos que he visto por internet. Una clavada de 120 euros que, como somos tontos y nos hace ilusión verla, pagamos. Se ve mejor en la pantalla en directo que en las fotos que nos hace. Para el próximo futuro hijo no habrá. Aún así nos hizo ilusión verla. Nos dicen que tiene unos bueno mofletes y ya se le ve el hoyuelo de la barbilla. (como el de su mamá)

Aunque se vea fatal, mi nena es la más guapa


28 semanas: Prueba de glucosa. Qué nervios paso por desear no tener diabetes gestacional. El brebaje super dulzón y un rollo lo de esperar 1 hora pero por suerte sale negativo. (Si tengo que dejar de comer azúcar además de chocolate, me pego un tiro)


32 semanas: Empezamos las clases de preparación al parto. Son 5 sábados y las clases que dan son: preparto, parto, postparto, lactancia y cuidados del bebé. No están nada mal y de paso conozco a todas las matronas. Paso del aquagym y sólo vamos los dos a las clases. 



36 semanas: me cojo la baja laboral sin problemas. Llevo dos semanas con los pies hinchados y me empieza a doler la cadera por el peso de la niña/barrigón. He cumplido en el trabajo y ya me toca descansar que estoy enorme.



Toma panchota redondita.


37 semanas: Mi cumpleaños. Y cumplo 30. Un trabajón organizar la fiesta y hacerme mis propias tartas y la comida. La tortura de hacer un bizcocho de chocolate para la gente y otro normal para mí crea un monstruo. Les incito a acabarse el pastel y no tocar el mío, bajo pena de mordisco rabioso por mi parte.



Me quedaron guay las tartas, eh!


38 semanas: Esta niña podría salir ya, que pesa mucho. Se pasa el día dándome patadas cual kareteka y parece que no se cansa porque llega a estar las 2 horas que dura la película en el cine sin parar. Ya pesa 3,400 kg. Cita con el anestesista, que no me cuenta nada nuevo sobre la epidural que no supiese ya y me felicita por lo bien informada y lo tranquila que estoy.



39 semanas: Desde principio de mes tengo pubalgia (autodiagnosticada pero no por ello menos real). Me cuesta levantarme del sofá y la cadera me duele horrores. Tengo a mi señor marido a pan agua porque no estoy para meneos. Es una risa verme andar. Parezco un pingüino. Estoy deseando que salga esta niña ya, que se adelante un poco que hace mucho calor. La retención de líquidos es brutal, tanto de piernas como de pies. Las Crocs son el único calzado que me puedo poner y me da igual lo que piense la gente ni si combina con nada. Y tengo síndrome de túnel carpiano por la hinchazón. (gracias google y bloggeras por darme pistas de qué me pasa). Empiezo a ir una vez por semana a monitores.



Aquí mis super Crocs, y no pongo la panza de perfil que asusto.


40 semanas: Hey, que ya he cumplido! Cada día que pasa se me hace más largo. No puedo con este barrigón! Sofía es tan grande que escoge mis costillas para practicar las patadas de kickboxing. La llegada de Dexter, nuestro nuevo cachorro de 2 meses trastoca mi sueño y hace que empiece a cuidar de un bebé sin haber tenido aún a la mía. Creo que llevo trillizos o por lo menos siento tantas patadas y tengo un barrigón como si los tuviese.



Dexter bebé


41 semanas: Estoy harta de caminar a ver si la niña se coloca y provoca el parto, no parece que sirva de nada. En monitores me comentan que la nena ya pesa 3.800 kg. Tengo fecha programada para las 41+2 para la inducción al parto cuando rompo aguas y por fin empieza la fiesta.


En resumidas cuentas, tuve un embarazo fantástico excepto el último mes que fue el más duro. Y sé que no debo quejarme.

Lo peor: vomitar, náuseas, regusto a sangre en la boca, no comer chocolate, pubalgia.
Lo mejor: las ecografías, las patadas y sentir cómo se mueve dentro de mi. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario