sábado, 2 de julio de 2016

MAMÁ TRABAJADORA

Ya hace más de dos años que me reincorporé al trabajo y desde entonces estoy conciliado... o no.
Ser madre trabajadora es duro.
Recuerdo cómo antes de tener a mi hija tenía muchos tiempos muertos. Podía quedar para comer o para tomar algo después del trabajo sin ningún problema. Ahora parece que tengo un cronómetro metido en la cabeza.

Mi horario cuando trabajo mañana y tarde es el siguiente:
06:40 - Suena el despertador.
06:40 - 07:05 - Desayuno y noticias en internet.
07:05 - 07:20 - Vestirme.
07:20 - 07:30 - Despertar a Sofía y vestirla.
07:30 - 07:45 - Darle el desayuno a Sofía, preparar el desayuno de la guardería y acabar de arreglarme.
07:50 - 08:00 - Salir de casa y aparcar.
08:00 - 08:10 - De camino empujando cochecito y niña hasta la guardería y el trabajo.
08:15 - 13:00 - Trabajar.
13:05 - 13:35 - Recoger a Sofía, ir hasta el coche y de camino pasar por el supermercado.
13:45 - Llegada casa.
13:45 - 14:05 - Bruno le da la comida a Sofía mientras yo hago la comida.
14:10 - 14:25 - Comer.
14:30 - 14:55 - Sofá y noticias.
15:05 - Salida hacia el trabajo.
15:20 - 19:00 - Trabajar.
19:15 - Llegada a casa.
19:30 - 20:00 - Ducha (mientras se hace la verdura en la olla).
20:00 - 21:00 - Jugar con Sofía y bañarla.
21:00 - 21:30 - Dar la cena a Sofía
21:30 - 22:30 - Cena y serie los 3 en el sofá.
22:30 - 23:00 - Poner a dormir a Sofía.
23:00 - 06:40 - Dormir (con suerte si la serie no ha acabado tarde).

De Lunes a Viernes. Cada día igual. No estoy para nadie. Pobre del que se le ocurra decirme de quedar porque no existo hasta el sábado. Los viernes en los que nos programan alguna cena voy con los pies arrastrándose por el suelo y a las 22:30 se me cierran los ojos. Para volverse loca.

Como resultado podemos decir:

- La limpieza es escasa, suele hacerse en fin de semana. Entre semana los platos y alguna lavadora con suerte.
- Estoy segura de que mis suegros piensan que ni cocino ni alimento a su hijo adecuadamente (a la nieta sí, que come puré de verduras) porque con 15-20 minutos para cocinar las comida son a la plancha, medio precocinadas o envasadas y ensaladas Florette. Cosa fácil.
- Cuando tengo mis temporadas de lectora compulsiva, leo al mediodía un ratito y en fin de semana.
- Llevo todo el día un estrés de tiempos encima y como tenga alguna cosa extra por hacer, me trastoca todo lo demás.
- Comer fuera al mediodía implica no descansar e ir con la lengua fuera (y aún así acabo cediendo a los deseos de mi marido, que le encanta comer fuera...).
- A las 19:30 mi hija reclama a su madre aunque esté mirando Patrulla Canina con los abuelos. Son muchas horas...


¿Y cuándo llega mi conciliación? Los 6 meses de otoño-invierno que estoy a media jornada. Económicamente un palo mientras hayan préstamos por pagar (ya queda menos) pero lo de tener las tardes libres y poder dormir la siesta con mi hija, impagable. Es llevar otro ritmo, poder pasear por las tardes, no ir estresada... Cuento las semanas desde que empiezo la jornada completa hasta volver a tener las tardes libres

Cuando hablan de cambiar a nivel estatal nuestro horario laboral para salir a las 18 me hace pensar que de esta manera perdería el tiempo de comer juntos en familia (con 2 horas y media me da tiempo de sobra a ir a casa a comer) y tendría que salir de casa y no volver hasta 9-10 horas más tarde. Tendría más tiempo por la tardes pero salir una hora o 2 antes implica no ver a mi familia a la hora de comer y tener que depender de suegros o comedores en el colegio para mi hija.
La jornada partida es horrible y estresante pero viviendo cerca del trabajo te da estas oportunidades, aunque al final sólo sean 15 minutos de achuchones.

El consejo que les doy a todas las embarazadas es: guarda vacaciones, coge el periodo de lactancia en días de vacaciones e intenta alargar el momento de entrar de nuevo a trabajar lo más tarde posible. Porque los primeros meses son primordiales y no es justo dejar a tu bebé con escaso 4 meses en la guardería o con los abuelos, te necesita a ti.
Estaría encantada de poder pedirme una reducción de jornada todo el año y trabajar de 8 a 14 todos los días, pero vivimos en la isla de estacionalidad. Aquí tienes trabajo estresante a tope de abril a septiembre y no hay reducciones de horario que valgan. Bendito agosto con jornada intensiva, ya queda menos...

Ser madre trabajadora implica tener 2 trabajos, fuera y dentro de casa y buscar todo el tiempo posible para poder pasar con tus hijos, especialmente cuando son pequeños y crecen tan rápido que no te das cuenta y ya van al colegio.

Mientras tanto sigo jugando semanalmente al EuroJackpot, a ver si cae la breva y me jubilo antes de los 33... Jajaja!