domingo, 7 de diciembre de 2014

EL (DICHOSO) COLLAR DE ÁMBAR

   Desde hace un tiempo se ha puesto de moda esto de ponerle a los bebés collares de ámbar para que no les duela cuando les salgan los dientes.

   Se "supone" que el ámbar en contacto con la piel tiene un efecto electromagnético (!) que alivia el dolor dental.

   Todas las madres que conozco se lo han puesto a sus bebés desde los 4 meses hasta por lo menos los 18 meses.


   Yo, que soy totalmente incrédula con estas cosas lo primero que hice fue investigar. 
Lo curioso es que hay muchas webs que comercializan este collar y que alaban sus resultados (me suena a tónica curalotodo de feriante). Estas páginas no me ayudaban en nada, yo quería información contrastada y resultados científicos porque si el ámbar es tan bueno, por qué no nos recetan piedras de estas para el dolor menstrual o de cabeza. Iríamos todos con una piedra de ámbar colgando todo el día y así seguro que cualquier mal que podamos tener se nos va antes de sentirlo... (sarcasmo modo ON).

   Si buscas bien en estas webs al final te dicen que estos collares no son de ámbar, sino de un material sintético (que viene a ser el plástico de toda la vida) que una de dos: o está cargado electromagnéticamente (rollo Power Balance, esto cada vez se sustenta menos) o bien de ácido succínico (que está presente sólo en el ámbar balcánico y del que los estudios sólo dijeron que no era tóxico, no que tuviese un efecto calmante). Si así fuese (que no lo es) no me gustaría tener a mi hija intoxicada todo el día con una sustancia de la que no puedo controlar la cantidad que absorbe ni estoy 100 % segura de que esté recomendado por el pediatra (porque la mayoría lo compra sin consultarlo).

   Pero bueno, que visto lo visto, solo es un trozo de plástico, un adorno. Antes de realizar la búsqueda estaba en contra porque me parecía mucho más peligroso ponerle un collar a un bebé que pueda engancharse con algo y asfixiarlo que el hecho de que llore por el dolor dental. No podría dormir ni un minuto tranquila pensando en que mi hija se ha dado varias vueltas por la cama y se le ha quedado el collar enrollado alrededor de su cuello.

   A los 4 meses mi hija ya tenía su primer diente (ha sido de las prematuras en este campo). Hoy tiene 15 meses y ya tiene 16 dientes. Y ojo, que a ella le salen los dientes de 4 en 4. Lleva todo el mes sacando los 4 premolares (que anda que no son grandes, nada que ver con los incisivos)
Y sí, se mete mucho los dedos en la boca para tocarse las encías, puede tener días que está más gruñona porque le molesta, pero ni lloros ni nada de nada. Si le llego a poner el dichoso collar habría pensado que sus efectos son maravillosos porque mi hija no ha llorado desconsoladamente todo el día al salir los dientes.

   Por favor, mamás y futuras mamis, investigad (solo un poquito) antes de poner collares de plástico a vuestros hijos. 

   Porque puestos a ponerles un collar, por favor que sea de brillantes o de colores variados, que el plástico naranja ese como que no combina con muchos outfits. (de nuevo, sarcasmo modo ON)


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