domingo, 8 de febrero de 2015

LO QUE OPINO SOBRE LA HOMEOPATÍA

    Estoy en contra y es un tema que me enerva.
   Si eres pro homeopatía no sigas leyendo porque esto, cómo con las religiones, es cuestión de fe. Y estás leyendo a una agnóstica.

    Hace unos años escuché a la gente hablar de dolores de cabeza que se curaban con homeopatía pero no le hice demasiado caso.
    Al quedarme embarazada (parece ser que tenía mucho tiempo y todas las preguntas sin contestar del mundo. Gracias Google) quise informarme de qué iba esto de la homeopatía.

    Ésta se basa en la memoria del agua. Explicándolo con palabras llanas: si una planta da dolor de cabeza, cogen 1 ml de esa planta y lo diluyen en 99 ml de agua. Cogen 1 ml de esta disolución y la vuelven a diluir en 99 de agua. Esto lo hacen un mínimo de 100 veces. Al final queda mucho menos de una molécula del compuesto inicial y de esta disolución cogen una gota y se la ponen a una pastilla de azúcar, y voilà! Ya tenemos pastillita homeopática.
(Es como coger un paracetamol y zambullirlo 1 segundo en una piscina olímpica. Luego te bebes una gota de agua de la piscina y se te pasa el dolor de cabeza...WTF!)

   La homeopatía surgió de un médico que estaba harto de los efectos secundarios de las medicinas, allá por 1.800, y que creía que cuanto más diluida está la sustancia más poder tiene.

    Sólo leyendo esto, dices: Esto es una patraña. Un engañabobos. Y lo es. Pero te surgen dudas cuando te encuentras con gente que te dice que a ella le funciona. Y es entonces cuando aparece el término Efecto Placebo.
Estadísticamente hay un porcentaje de gente que si les das una pastilla y les dices que le va a curar el dolor de cabeza, se lo cura. Porque cree que le estás dando un medicamento y sólo le das azúcar.
    Todos los estudios médicos se hacen con la medicina a probar y placebo. Y si, siempre hay un pequeño porcentaje que mejora sus síntomas, aunque sea levemente, sólo con el efecto placebo.
    Eso lo entiendo. Pero de ahí a querer comercializar e involucrar a los médicos en esto, ya me parece demasiado. La homeopatía no se considera ciencia. La llaman pseudo-ciencia, como puede ser la imposición de manos y las piedras curativas (véase mi entrada sobre el collar de ámbar).

    No entiendo a los médicos que la prescriben. Es lo más fácil para los bebés, puesto que no hay efectos secundarios (y cómo? si no tiene nada!) así que le puedes dar todas las pastillas que quieras, sólo le puede dar un subidón de azúcar, pero no estoy de acuerdo en jugar con estas cosas. Recetan homeopatía para los gases, para los resfriados, los mocos, para prevenir, como antiinflamatorio, etc.
Pero no sirve de nada. No los verás nunca recetarlo para cosas graves, porque allí las estadísticas se hunden. Siempre es para cosas muy leves que incluso sin tomar nada suelen desaparecer. Han hecho innumerables estudios al respecto y nunca han encontrado pruebas de que realmente sea efectivo. 

Una gota de agua... por Dios... se piensan que somos tontos... 

    Se han inventado la homeopatía para sacarle el dinero a la gente por algo que nos les puede hacer daño, pero que tampoco les ayuda en nada y que crea un falso sentimiento de tranquilidad al creer que lo que estás tomando te cura, cuando no lo hace.

Os dejo un vídeo parodia sobre la homeopatía. Me hice un hartón de reír cuando lo vi. Resume todos los mitos.




    Rezo para que el pediatra de Sofía, que es el que más nos gusta después de pasar por 3 diferentes, no nos receté nada homeopático. Porque en ese momento me cabrearé y perderá todos los puntos que ha ganado hasta ahora. 

   Pero qué queréis que os diga: entre darle una pastilla homeopática y no darle nada, le doy un achuchón a mi niña que le sentará mucho mejor

domingo, 1 de febrero de 2015

GUERRA DE MAMÁS


   El otro día, Savina me mandaba este vídeo sobre guerra entre mamás:






   En el tema de la maternidad, parece que hay mucho frentes abiertos. Todas creemos tener razón en lo que hacemos y más de una vez criticamos las elecciones de otras madres sin tener en cuenta que cada una escoge las mejores opciones según su opinión y de como vaya resultando la crianza de ese bebé en concreto.

   En el vídeo se ven claramente las siguientes tipos de madre:

Las del porteo: con sus mochilas ergonómicas. No les gusta el cochecito, prefieren llevar a sus bebés pegados al cuerpo porque es una forma de crianza con apego. En este grupo también se incluye el de las del yoga con el pareo. Yo tuve una mochila para llevar a mi hija, pero al ser una de Chicco me parecía complicada de usar y sólo me la puse 2 veces. Soy una gran fan del cochecito aunque leyendo blogs de mamás, he podido ver que portear a tu bebé mientras haces las tareas de la casa te da más libertad de movimientos. Y más de una lo usa con el segundo bebé para poder ir por la calle de la mano del mayor y que no se te escape y le tengas que perseguir con el cochecito. Será algo a tener en cuenta para el segundo hijo.

La Liga de la Leche: también llamadas talibanas de la teta. Que la leche materna es lo mejor del mundo es algo que todos sabemos. Pueden haber muchas complicaciones para dar el pecho, pero es la mejor opción. Personalmente, por mi experiencia, creo que hay que ser obstinada para dar el pecho porque siempre hay trabas en el camino: grietas, problemas de peso del bebé, malos consejos de pediatras y de la gente en general... Este grupo se suele dar de leches con el siguiente (de manera bastante feroz).

La Liga del Biberón: defienden el biberón a ultranza y no les gusta que la de la Liga de Leche se metan con ellas. Es una opción como cualquier otra y una elección muy personal. Tras 60 años instaurando la leche artificial, hace relativamente poco que se está volviendo a recomendar la leche materna. Conozco a más de una que directamente ha preferido dar biberón. Mi madre me dio biberón a partir de los 4 meses y la mayoría de mi generación han sido criados con biberón. Y estamos la mar de bien. Tampoco hay que demonizar a este colectivo.

Las Madres que se quedan en casa: lo ideal si se puede. Ojalá pudiese quedarme en casa y criar a mi hija las 24 horas del día sin necesitar abuelos, guarderías, etc. Mi madre estuvo en casa y me llevaba todos los días al parque hasta que un día desaparecieron todos mis amigos porque empezaron a ir a la guardería o al colegio (yo empecé parvulitos con 4 años) por lo que me llevó a la guardería para que no me aburriese.

Las Madres que trabajan fuera: me incluyo en este grupo. En el vídeo las muestran como ejecutivas, en realidad la mayoría de las madres tienen que trabajar y ocuparse de sus hijos, sin morir en el intento. No hay muchas facilidades y suele haber un gran sentimiento de abandono por no pasar tanto tiempo con ellos.

Los padres que se quedan con los niños. Las madres del vídeo se ríen de ellos preguntándoles si es que la mamá tiene el día libre. Supongo que hoy en días, con la crisis, habrá más de un padre en paro que se encuentre en este grupo algo más minoritario.

Los pañales ecológicos vs los pañales desechables: algo que aquí en España no llega a asentarse. Estando embarazada estuve informándome sobre los ecológicos o también llamados de tela. Si mal no recuerdo era una especie de braguita y otro pañal de tela absorbente dentro que se lava a mano o en la lavadora. Yo he optado por los desechables de siempre porque soy muy vaga para poner lavadoras y tendría que tener muchas mudas.

Las del BLW (Baby Led Weaning): es decir, las que no dan papillas trituradas a sus bebés sino que que le dan los alimentos en trozos para que mastiquen (aunque sea sin dientes, con las encías). Yo lo intenté con Sofía, pero ella al mínimo trozo no triturado que encontraba en la papilla lo escupía.

Las del parto natural acuático: sin epidural ni oxitocina. Aún no lo tienen todos los hospitales y es para partos super naturales. En mi caso, con oxitocina, epidural y finalmente cesárea, ni me lo planteaba. Tengo el umbral del dolor muy bajo, a mi que me den drogas para que no me duela. Aunque lo del parto en agua tiene que ser muy chulo.


Pero al final del vídeo queda todo claro: escojas la opción que escojas, al final sigues siendo una madre que quiere lo mejor para su hijo.