lunes, 10 de noviembre de 2014

CRISIS DE CRECIMIENTO

  Muchas veces he escuchado a la gente decir: "Pues yo sólo le pude dar el pecho a mi hijo un mes, dos meses, cuatro meses, me lo empezó a rechazar y pasé a darle biberón."

  Yo no estaba muy segura de querer ir a las clases de preparación al parto. Me parecía que toda la información que necesitase la podría encontrar por internet, pero me animé a ir y fueron bastante instructivas.

  Una de las charlas que más me gustó fue la de la lactancia, pese a que por mucho que te expliquen la teórica, la práctica es otro mundo mucho más difícil.

  Allí nos introdujeron el término "crisis de crecimiento". Estas crisis suelen suceder en torno a los 21 días, los 2 meses, los 4 meses y los 6 meses de vida del bebé. No es una ciencia exacta, puede suceder antes o más tarde.

  El bebé, que ha estado mamando con cierta normalidad, pasa 2-3 días en los que mama durante mucho más tiempo. Se engancha y suelta el pecho enseguida y llora a menudo porque parece que no pueda mamar bien. Este es el punto en el que si no se tiene conocimiento, pensamos que está rechazando el pecho y que ya no lo quiere. Teniendo en cuenta el cocktail de emociones e inseguridades que tenemos las madres primerizas, nos puede llevar a dejar la lactancia materna en pos del biberón, que el bebé se tomará, en principio, sin ningún problema.

  Lo que está haciendo el bebé es aumentar la cantidad de leche que sale de las mamas. La leche materna funciona mediante oferta y demanda. A más demanda, más oferta de leche. Al mamar tan seguido aumenta la producción de leche que hasta ahora era suficiente pero que al ir creciendo el bebé necesita aumentar para quedarse saciado.
En un par de días se estabiliza y el bebé vuelve a mamar normalmente.

  Los consejos de pediatras no familiarizados con este término y amigos del biberón tampoco serán de gran ayuda. En mi caso, yo sabía de las crisis, pero cuando a los 21 días vi que mi niña no había engordado nada desde que saliéramos del hospital pese a estar todo el día enganchada al pecho sin parar, el pediatra nos aconsejó la lactancia mixta, que mantuvimos hasta los 6 meses. (Ya hablé sobre mi experiencia con la lactancia en otra entrada).

  No supe reconocer la crisis de crecimiento porque, aunque mi niña estaba muy sana y bien de peso, me parecía muy pronto (pensaba que la primera era a los dos meses) y estaba más preocupada por el aumento de peso y porque mi leche no la alimentase y engordase lo suficiente.

  Hoy en día, teniendo más información y también más experiencia, hubiese seguido con la lactancia materna exclusiva, controlando que mi hija creciese bien, no tan rápido como los bebés alimentados con biberón, pero igual de sana.

  Esta información no la tenían las madres hace 20, 30 o 40 años (o por lo menos no la tenían tan a mano como la podemos tener hoy en día) y como resultado muchos hijos tuvieron poco tiempo de lactancia materna. La información nos da el poder de sortear obstáculos y no darnos por vencidas fácilmente ni dejarnos mal aconsejar. 


Para ser madre hay que tener 5 masters y 
3 doctorados por lo menos!!




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